«La alarma sonará en 3 horas..»

No esperaba dormir mucho más en la antesala de un proyecto que llevaba unos meses rondando por la cabeza. Y no hablo del camino, sino de algo más importante, más largo, incluso de explicar.

Unos 21Kg de carga esa mañana y faltaba algo de agua y comida. Tuve unos momentos de acojone cuando me dispuse a manipular esa bestia cargada de bultos… :-S  por suerte paso rápido y en unos km ya me había acostumbrado ligeramente.

Comienzo suave, al margen del llobregat, y con sol radiante, todo en sintonía para lo que parecía un precioso paseo entre las nubes, con el reggae de mi mp3 de fondo y la sonrisa que acompañaba a los que me cruzaba. Tan bonito, hasta que me topé con la realidad: el desnivel, el peso y la montaña.

En un par de dias, y algo menos de 120Km, he podido saborear ya la mejor miel del novato en cicloturismo:

• La «doble subida»: quitar alforjas, subir cuesta, bajar a x la bici, subir cuesta.
• El «molinillo» , (plato peq.,piñón grande) al que antes despreciabas, y ahora es tu mejor amigo.
• Sentarse encima de una alforja para poder cerrarla..

Y en general, que el peso no es despreciable.. (ya tengo en mente..que sobra y que falta).

La autosuficiencia, como siempre, también tiene su lado amable…salir de la tienda y encontrar el agua congelada, humedad, condensación, barro y más barro…por suerte son términos que ya traía aprendidos de la montaña.

Sobre la ruta y el tema técnico, un primer día con tramos duros, sobretodo los desniveles de montaña por Montserrat y finalización en Ódena, en total unos 65km. Hoy un día más suave, sobre el papel, porque como siempre ahí está la naturaleza para golpearte los morros y poner viento en contra haciendo interminable el Port de la Panadella y la llegada a Cervera.

Todo suena a duro , y en parte puede serlo, pero yo sigo silbando mis temas, sonriendo al desconocido, y charlando con los lugareños.

«Buen camino!», pensaba que por Catalunya no estaria arraigado pero a los 5 minutos de salir del pueblo un hombre me deseó buen camino incluso me contó parte de una experiencia suya!

Aquí sigo, y con la misma intuición que traía, de que, el Camino no finaliza en Santiago,  sino más bien empieza.

 Besos desde Cervera.