Alguien aún se preguntará que pasaría si unieramos algunas de las villas de costa más bellas de España junto a los más hermosos, imponentes y escarpados muros de alta montaña.
Tiene nombre, se llama Asturias.

Hasta yo mismo pensaba que a Asturias se entraba por la A-8… :p , aquí os dejo unas imágenes del GR-E90, «otra forma» de entrar en Asturias que descubrí hace unos días, gracias «al Camino».

A taste of GR-E90 from FibersteamTV on Vimeo. 
(pido disculpas por la calidad, está subido y editado con el teléfono)

Poco objetivo sería añadir mucho más sobre su zona oriental.., para mí y muchos la joya de la península. Un paraíso, para los amantes de mar y montaña. En ellas se respira algo casi mágico.. callejear por Llanes, admirar Ribadesella, entrar (con permiso de esos Picos) hacia Arriondas y serpentear entre las villas de Cabrales, la montañera Potes, los pequeños pueblos pesqueros….etc, etc.

Las jornadas en Asturias se nos han hecho algo más cortas, eso ha permitido saborear aún más si cabe, dicha comunidad. Alguna ha sido más corta en kilometraje (siguiendo más o menos la guia de Desnivel), pero aún así ha habido buenas pruebas para las piernas, como el durillo Monte Peón, entre Villaviciosa y Gijón o el serpenteo agotador entre Soto de Luiña y Luarca, donde dormimos en una preciosa playa. Por cierto, Villaviciosa cuyo topónimo significa <<villa fértil>> (sí, tuve que buscarlo).

Otro apunte cultural o curioso viene dado por estas singulares construcciones elevadas, las cuales se encuentran contínuamente sobretodo por la parte occidental (también en Galicia).

Un buen campesino de Piedras Blancas, me explicó que estos antiguos graneros elevados llamados hórreos, se utilizaban principalmente para almacenar alimentos y mantenerlos alejados de la humedad y de los animales.

Estas jornadas han servido también para conocer más la Asturias occidental (que no conocía casi), y que entre sus bastas extensiones de bellas casinas coloreadas, sus vaques y demás ganado, hermosas rías y desembocaduras, entre un intenso verdor y un especial aroma de tranquilidad; pudimos deambular durante horas por interesantes urbes como Avilés o bellos puertos pesqueros como Luarca.

En Avilés, por su remodelado y bonito casco antiguo, pudimos corroborar de nuevo las diferencias con la hostelería catalana…  Con un café viene un delicioso bizcocho.. y con una caña (de tamaño es una mediana en Barcelona), se te ofrecen diversos pinchos (mini bocadillos)de forma habitual y sin límite (la camarera va pasando con bandejas ofreciendo y luego quedan para su degustación), sin contar que en todas las mesas hay bandejas de patatas chips, para acompañar a tu bebida.

Me dejo muchas cosas seguro, pero no tengo mucho tiempo. Hemos conocido y charlado con gente muy interesante, en Avilés, en Sebrayu, en Gijón, en la playa de la Cueva de Luarca y en definitiva allí donde hemos estado un rato, difícilmente se nos olvidarán estas 4 jornadas por Asturies. Gracias a todos.

Ahora nos encontramos ya en el borde de nuestra última amiga, en la frontera de la comunidad donde, muy a nuestro pesar, finalizará este gran viaje. Como siempre al final del post os dejo unas fotos.

Desde la belleza de Ribadeo (Galicia), un abrazo enorme!