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3 días de aventuras

No quiero enrollarme mucho pero tal como me imaginaba tres días en Marruecos ya dan mucho de sí, no me imagino lo que puede ser un mes o mes y medio… Wow!!!  😀
En tres dias he practicado (o se ha intentado), inglés, marroquí, francés, catalán y wolof.  He hecho dedo, he montado en bici, en un caballo, en taxi gratis  😯 , he tocado una serpiente, un mono, un camello y he visto gatos desnutridos. He conocido a Yassan, a Mourad, a Abderrahim, a Mohamed, a Dasil y a los que no recuerdo el nombre. He hablado con gente del barça y del madrid, con policías de paisano y de servicio, con gente que conocía Torredembarra, que vivió en Salamanca, que no tenía mano, que hablaba gallego, que dormía en la calle, que viajaba por el mundo o que me compraba la bici por 50€ + un «iphone 7». He visto bailar, gritar, discutir, abrazar, besar, llorar, timar, y policías a raudales. He tocado, he besado y he abrazado. He reído mucho. He perdido un equipaje, y lo he sufrido. He negociado, regateado, he dado propina, he comprado y me han «timado» (creo). He comido cous-cous, tayine, jalira, pastelas, zumo de djema el fnaa, te y muchos helados de 2 dirhams (20 cent€). He encontrado piezas de bici rocambolescas por la Medina y me han llamado «perroflauta«!!!!

Marrakech

Mi historia en Marrakech empieza en Guéliz, la Ville Nouvelle (la ciudad nueva), para entendernos la zona «pijita» herencia del protectorado francés. Elegí esta zona por accesibilidad, porque llegaba cerca de la medianoche y pensé que sería dificultoso moverse por lares como la Medina con una caja enorme y a esas horas intempestivas donde la gente descansa… jajaja, pobre ignorante.

De las cosas que me ha sorprendido de Marrakech, es que hay tanta o más vida a la 1 de la madrugada que a las 7 de la tarde. Es fascinante, todo el mundo está en la calle, todos se tocan, hablan, interactúan, abrazan, discuten, entre bicis, motos, taxis, burros, caballos, comerciantes y más comerciantes, es pura vida a todas horas!. A mi me recuerda aquellos veranos infantiles donde el tiempo, ese quemavidas occidental, práctimente no existía y todo era estar en la calle sin nada, no teníamos dinero, jugábamos con piedras, palos, cabañas, todo era tan simple.. y la recuerdo cómo la mejor época de mi vida. «Pobrecitos», escuché en boca de gente, y quizás también pensé yo, al hablar de la pobre vida del marroquí. Lo que siento al ver como se relacionan es verdadera envidia.

La gente

Lejos de eso, aquí conviven con el problema de la falta de trabajo.
Es normal que se intente obtener el máximo beneficio del turismo/turista o intenten vivir de ello. Pero lo cierto, pese a haber leído y oído advertencias y quejas sobre ello, mi experiencia personal es que se respira un ambiente de buena gente brutal.  Yo no he sentido inseguridad NUNCA, he caminado de día y de noche, por Guéliz o por la Medina, quizás también es que tenga un enfásis especial en romper prejuicios y quizás en retar a mi suerte, quien sabe, pero ciertamente, el segundo día caminaba como en casa. A mi eso es lo que me ha inspirado.
Tener que dar propinas o no, eso ya entra dentro de los parámetros del juego, los marroquís tienen una picaresca importante en el arte de llevarte a su terreno, pero siempre dentro de un buen rollo con el que yo por lo menos me he divertido mucho. Más abajo doy algunas pautas (dentro de mi supermini experiencia) para sobrevivir a ella.

Otra de las cosas que quizás me ha llamado la atención es la marcada voluntad occidentalista de la ciudad. Muchas chicas por ejemplo, (muchas más de las que imaginaba) visten de manera occidental, incluso atrevida. Algo que algunos agradecemos porque permite deleitar al mundo esa belleza femenina de imponentes rasgos árabes, tantas veces ocultos bajo sus respetados atuendos.

En un mundo de contrastes, en Marrakech se acentúan, porque aunque en dos o tres calles puedan verse lujosos escaparates, Mc Donalds, Gucci, Zara, algún porsche o ferrari y una suntuosidad casi insultante, en cada esquina o cada pocos metros hay un reflejo de probreza; mujeres (muchas) o gente pidiendo; de igual forma que gente vendiendo un reloj,  gafas de sol, comida o limpiando zapatos cada pocos metros.

El tráfico

Reflejo de esa marcada interacción social es la locura de tráfico de Marrakech. Os parecerá raro pero a mi me parece divertidísimo  , es casi parecido a esos videos virales del tráfico en la India, se entrecruzan peatones, motos, taxis, bicis, caballos, cláxones y más cláxones y una densidad brutal a todas horas!  Las motos por ejemplo, fruto de esa incesante vida en la calle, circulan y se aparcan en cualquier lugar. Si te apetece pararla para charlar en medio del parque, de la acera, lejos del espíritu prohibitivo europeo puedes hacerlo. Es más muchos conducen charlando en paralelo. No se si es posible contar diez segundos sin oir un cláxon.

Idioma & Moneda

El idioma, para mucha gente puede ser un handicap, un problema, incluso algo que puede dar cierto temor. Yo me he entendido con todo el mundo aunque con el que sólo hablaba francés seguramente me quedé con ganas de charlar más. Mucha gente entiende algo de inglés, y algunos lo hablan. Así que chapurreando algo de francés, hablando inglés y cuatro palabras en marroquí que hacen todo más amistoso, no se debería tener problema.

«Salam» (hola)  «Shukran» (gracias)  «Bishal» (cuánto cuesta) «Ashnú ismek» (cómo te llamas?) «laa» (No) o «flush»(dinero), es de lo poco que he memorizado.
Aprenderos algunas palabras en marroquí, es una muestra de deferencia que no se debe pasar por alto.

Sobre los precios en Marrakech ahí van algunos para que os podáis hacer una idea… (MAD es la nomenclatura internacional del Dirham marroquí)

• Pastela o dulce en la calle 1MAD (0.08€)
• Helado cucurucho tipo mcdonalds 2MAD (0.18€)
• Agua de 1,5L  en la calle 60 MAD (0.55€)
• Coca-Cola de 1L en Super 85 MAD (0.80€)
• Plato de couscous en zona turística 350 MAD (3.2€)
• Pizza en restaurante 350-400 MAD (3.8€)
• Hotel barato con higiene OK en la Medina 100MAD (8-9€)
• Hotel tipo occidental sencillo con desayuno 240-300 MAD (21-29€)
• Taxi de la Medina al aeropuerto 150MAD (13€) 

La Medina y Djema el Fnaa

Estos días mi vida ha girado en torno a (dicen) una de las plazas más famosas del planeta.

Djema el Fnaa, como rezan las guías es una olla gigante de historias. Recuerdo que caminaba pensando donde quedaría la plaza cuando vi un tumulto enorme a lo lejos, similar a cuando hay un gran concierto o festival.
Espectáculos, serpientes, monos, trajes tradicionales, música, bailes, los zumos, comida, terrazas, caballos, carruajes, vendedores, más vendedores, policías, bicis, motos…y ese largo etcétera que conforman este gran pulmón de la ciudad. Es un «gran circo» me decía un marroquí, que además apuntaba que Marrakech es la ciudad que ama más la comedia de todo Marruecos, quizás también por eso desprende tantas sonrisas.

Resumen de la picaresca marrakeshina (por mi corta experiencia)

• Cuando te digan GRATIS, OLVÍDATE. Lo más probable es que luego te pidan algo…si te han asegurado gratis podrías discutirlo, pero tu mismo. Lo normal es que un «servicio» se pague.
• Si haces fotos a un show/animal o lugar destacable, es probable que te reclamen una propina (en cada show hay varias personas que se dedican sólo a mirar quien hace fotos) (si no quieres pagar les borras la foto y listos).
• Hay vendedores en tooodas partes, si no quieres algo mejor no entres al trapo, te insistirán.
• Si te dicen que vale 50, puede ser que valga 5 o 10. No te lo venderán por eso pero empieza ofreciendo o diciendo que sólo puedes pagar 10 o 15, siempre por debajo de la mitad. Ellos te dirán un precio 3 o 4 o veces mayor.
• Siempre con una sonrisa, acercándote e incluso tendiendo tu brazo sobre ellos de forma amistosa y te trataran muy amablemente.
• Puedes ir sin miedo a todas partes. Una cosa es que intenten comerciar, vender, que te insistan, atosiguen o sean pesados (cosa que no he visto aún) pero muy lejos queda que te intimiden donde tu seguridad se vea comprometida. Hay mucha policía, y un buen número de paisano, para asegurar que el turista no se lleva una mala imagen en ese sentido.

Un equipaje perdido

Llevo 3 días sin una parte de mi equipaje.

Esto podría parecer una mera anécdota, (que en parte está a punto de serlo), pero ciertamente me ha traído unos cuantos quebraderos de cabeza…
En primer lugar, quiero agradecer a mis asistentes desde la península, muchísimas gracias por esa ayudita extra para poder «meterle caña» a la compañía aérea 😉  (SuperAniki, brother Paco y mi pequeña Lauri)

Vamos al relato de los hechos:
Cómo ya había lo había hecho otras veces… (y cómo nunca me perdieron una maleta..) metí un cartuchito de gas para el hornillo, dada la dificultad o imposibilidad de encontrar en Marruecos cartuchos de rosca/válvula para hornillos de cocinar (casi imposible). Ya me sabía la lección, no pasa nada, si te lo ven en el escaner de cajas, te llaman por megafonía pones cara de que no sabías nada, lo sacas de la maleta se cierra y santas pascuas. Me pasé de listo, y encima…mala suerte, ese día la megafonía no funcionaba bien. Resulta que sí, me llamaron pero sólo se oía en una parte del aeropuerto.  🙁 🙁  La cosa es que encima embarqué tarde y cuando me lo dijeron ya no daba tiempo a bajar yo a supervisar la maleta..
El operador de Iberia Handling (los equipajes a nivel estatal los gestiona Iberia) me dijo que no me preocupara, que volara yo, que enviara un fax al llegar con mis datos y pasaporte… (cuando me lo dijo pensé.. madre mia, llegar a Marruecos y enviar un fax?  :shock:) y al día siguiente me enviarían en el primer vuelo la maleta (las alforjas).

Envié el fax la misma noche, al día siguiente fuí al aeropuerto..andando, 37 grados y 5 km sin una sombra, y ni rastro del equipaje. El momento más desesperante fue quizás la imposibilidad de contactar con algún servicio del aeropuerto de Barcelona. (muchos números sólo son para España) y en el único que iba nadie cogía el teléfono.  😥
Así ha sido la tónica de los siguientes días, llamar 15 veces, te lo cogen una, te dicen que al día siguiente llega… o simplemente sin información de ningún tipo.

Además cómo buen novato en estos lares, en el equipaje de mano, no llevaba cargador de teléfono.
Además cómo buen novato… me dejé en ese equipaje una pieza (la varilla-pasador para fijar la rueda al cuadro) con lo cual no podía montar la bici…  Al final conseguí comprar esa pieza tras una aventura rocambolesca por la Medina!!! 😆

En fín ya he conocido el maravilloso mundo de los equipajes perdidos.  Cómo todo, cuando más se aprende es a base de palos, así que de esto tomaré buena nota!  :tounge:

PD:  En principio tengo confirmación del vuelo en el que llegan hoy mis alforjas…por lo que con mucha probabilidad será mi último día en Marrakech… me dará pena despedirme pero tengo aún unas horas para profundizar en la Medina y saborear los últimos helados y zumos con la buena gente de Djemaa el Fna!

Mañana espero que ya rumbo a Essaouira!!!!
Un abrazo amigos!   😀