Arizona y ‘el Gran Bajón’
Y SÍ, lo conseguí! 😀 finalmente llegué al Gran Cañón!!!
y observando esa bestia de la naturaleza se me antojaba imposible asimilar que la fuerza de un río pudiera generar algo semejante… pero lejos de colmaros de las fotos más bellas…este post llega a tiempo de curar envidias que ya dejan de ser sanas 😉
Porque no empieza con una dentadura brillante, una historia curiosa, o con ese abanico de sonrisas con el que suelo entrar a escena, y por qué no siempre es así (aunque casi :p) y porque está bien que descubramos la cara opuesta de este tipo de viajes, d0nde no todo es maravilloso, (aunque casi :p) .
- Desde la comodidad de un sofá la vida de un nómada parece la más fascinante aventura.
- Jugar a ser nómada unos días es algo divertido que seguirá atrayendo a la mayoría.
- Cuando realmente vives durante un tiempo entre las inclemencias, la película empieza a no ser tan exultante…
Siempre había leído acerca de viajeros que sufren cierta depresión o bajón; sin llegar a serlo, creo que en las últimas dos semanas he podido experimentar un ligero receso.
Y llega en algún momento cuando uno se cansa de verse las manos negras cuando recibe el cambio, de tener numerosas heridas tras arrastrarse por el campo, de golpearse continuamente o de las cientas de veces que se te cae una bici de 70 kilos; de comer como los más ancestros animales, de los días que el lugar donde acampas no es el mejor del mundo, sino el peor; o de los días que por despiste te quedas en el pozo (caer el sol y no tener aun sitio para dormir) ; de que te piquen cien mosquitos, de que toda tu alforja y comida se llene de hormigas o que las mismas te despierten invadiendo tu tienda en la noche, de que se te rompa un cambio, el desviador delantero, una cadena tres veces, tres radios, una esterilla, un hornillo, dos baterías, una bandera, una mochila, los huevos en ella, dos juegos de auriculares, de sudar permanentemente, de sentirse sucio, de que la soledad deje de ser aquella preciada compañera, de que se caiga impotente esa bici ultrapesada y se vuelva a caer, de que tu muda más limpia parezca el trapo de una gasolinera o de que pinches dos veces unos neumáticos infranqueables, por poner los primeros ejemplos que me vienen a la mente.
Pero incomprensiblemente, el abrazo de esa mujer, la simpatía de ese hombre de la gasolinera, el regalo de un conductor, o una batería de mp3 recién cargada llevan una música que te teletransporta a otro estado, te subes a una bici que pedalea sin rumbo, que rueda sin tiempo, totalmente libre…, el rostro cambia, gesticulas exultante, gritas y los conductores te devuelven la sonrisa,
tu destino es incierto en cada curva, el mundo está delante sin más guión que el de tu imaginación y la próxima parada será sólo la sonrisa con la que conectes. Al pensar todo esto vuelves a gritar, exultante, y entre un estado y otro, entre historias de constrastes, apenas ha pasado el tiempo.
¿Por qué lo haces?
– Bueno, ¿y por qué lo haces?
Te lo pregunto porque a mi siempre me preguntan lo mismo.. (Adam)
– Jajaja (sonrío), la verdad es que a mi me lo han preguntado muchas veces. He estado pensándolo y la verdad es que no tengo aun una respuesta definitiva. Quizás la principal sea conocer otras culturas, lenguas y mezclarme con gente de otros lugares? ¿Descubrir el mundo? o vivir cada día como nunca antes lo has vivido, como una verdadera aventura? Creo que cualquiera de esas sería una respuesta, jajaja.
– Realmente es verdad, yo he vivido más cosas en los últimos seis meses que en todo el resto de mi vida (Adam)
– Jajaj, esa sería una respuesta perfecta.
Parte de una conversación con Adam Engel (transcrita del inglés), cicloturista de Dallas que lleva seis meses viajando por US.
La cara bonita
Arizona trajo mucho más que averías e infortunios, y aunque el Gran Cañón no fue tan especial como hubiera anhelado (el problema de crearse una gran expectativa), en Arizona descubrí lugares y gente que me dejaron boqueabierto.
La Ruta 66, pese a su tirón comercial y ser un emblema turística es realmente pintoresca. Es un regalo para los sentidos poder recorrer varios lugares de la ruta.. .
Volviendo a las #averías, en el Gran Cañón, una de las tres veces que rompí la cadena, se unieron partiéndose, como si no quisieran perderse la fiesta, el desviador delantero y el cable del cambio trasero.. 😡 😥
Así que para llegar a Flaggstaff, (más de 100Km del Gran Cañón y con una subida donde debía pasar los 2300m de altura), tuve que apelar al poder mental y alguna virgen conocida, para poder superar una etapa q se hizo realmente dura sin poder cambiar de marcha…. (tratar de imaginar lo que es subir «un puertako» con una bici de setenta kilos sin poder cambiar…)
Al final llegué a esta bella localidad de montaña, y pude reunirme con Alex y sus amigos:
Que grata sorpresa 😀 fue conocer a éste Warmshower que me acogió, me ofreció su casa y me dijo que entrara en ella sin que él estuviera «como si fuera la mía».
Que buenas horas que compartimos, la casa realmente no tenía llave (nunca se cierra), y ellos ,lejos de ser unos hippys alocados como alguien podría pensar (estudiantes y trabajadores como cualquier otros), compartían una más que interesante filosofía acerca de varios aspectos sobre la convivencia o sobre compartir, como el hecho de no tener televisión en casa (algo mucho más que interesante, que ya he visto varias veces en mi periplo por US), el propio de una casa sin llave, o tendencias de consumo orgánico, ecológico, potenciar el comercio justo, el comercio local…entre otras cosas).
Así seguí, tras llevar ‘la Purita’ al médico, mi periplo hacia otras zonas de Arizona, donde a pesar del Calor descubrí parajes inolvidables y un poco más de esa magnificencia natural de los US, donde después de bajar un puerto entre cañones inmensos, vegetación abrumadora, y ríos que te dejan embobado cruzas dos montañas y aparece el contraste del más absoluto desierto.
Del ‘be safe’ al ‘te van a matar..’
Voy a poner un punto sobre la I, que ya estoy un pelín cansadete del mismo sonajero.
Se aprecia que un conocido, amigo o cercano te recuerde ese tan pronunciadisísimo… «ten cuidado» velando por tu seguridad, pero vamos a ver… ¿que le pasa a los americanos con México????
En cuanto mencionas ese país, te tildan de loco, o se echan las manos a la cabeza. – ¿Sabes que te van a robar? – me decía Matthew, un cicloturista con el que me crucé, al que sonriendo educadamente le dije – no..por qué??–
– If you are alive – me decía otro «amigo» cuando hablaba de lo que tardaría en llegar a la Patagonia..
Hay cosas innegables, lo que me molesta e invita a pensar.. es que la gente que estuvo en México u otros paises latinos (americanos incluido), los que viajaron por esos lugares te mencionan un discurso radicalmente diferente: «gente maravillosa», «comida espectacular», «te va a encantar», «vas a disfrutar muchísimo»…etc. nada tiene que ver con los temerosos de sofá.
Señores/as, hay cuestiones innegables sobre algunas zonas concretas de algunos países… pero ¿que imagen estamos consumiendo?
¿cuánto reales son los prejuicios y los miedos que los medios nos generan intencionadament
Yo tomaré «esos grandes riesgos» , tengo poco que perder y mucho que ganar, y detrás de ellos me espera la gente más maravillosa, ustedes por favor no salgan de sus casas, tengan cuidado y vigilen no resbalen en la bañera.
Al final (pese a lo llamativo del título) no hay un ningún bajón… sino un proceso de adaptación, lógico y consecuente, y tras aceptarlo y reflexionarlo las piernas vuelven a pedalear con ligereza y con esa alegría inusitada del principio. 😀
Cabe decir que yo elegí éste camino, que nada tiene que ver con el cicloturismo de hotel, y que aunque mi presupuesto es ajustado, seguramente bien podría haber pagado muchas noches en una habitación confortable.
(de los casi 60 días que llevo en U.S. sólo pague tres veces por dormir… (en cámpings))
Pero esa llamada a la aventura, a la autosuficiencia y a la vida nómada, hacen que el proceso de supervivencia de encontrar un lugar para acampar tenga un punto atractivo, intenso, necesario, divertido, único e indescriptible. 😀
Y a pesar de las inclemencias… nunca he echado de menos un «volver a casa» o me he preguntado «que hago aquí», no tengo duda que es un verdadero privilegio. Aunque tenga que vivir de la forma más humilde, gastando sólo para comer, ser y sentirme como un homeless o arrastrarme por el campo cuando llega la noche, para mi es seguir cumpliendo el sueño más grande;
el de recorrer el mundo, y conocer los lugares y gente más maravillosos.
Un abrazo, nos vemos en el peligroso México 😆
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Grande! suscribo a Kike, te leo en forma!
Digiriendo las espinas, disfrutando del fruto, encontrando el jugo… Tot anirá a millor, els problemes son millores en el fons!
Estas ajustant i optimitzan! 😉 anims crack!
Sincerament, si no haguessis tingut aquest punt de «realitat», de que se’t caigui algun mite per haver-te creat un conjunt d’altes expectatives,… pensaria que alguna cosa no anava bé. Vull dir, que no tot és sempre «flors i violes», i m’agrada veure aquesta realitat plasmada al teu blog. És precisament aquest el punt d’inflexió per a moltes persones que volen prendre un repte, o aconseguir un somni, i que a la primera de canvi que alguna cosa no els va bé, o no surt com els agrada, o s’emporten una decepció, giren cua i cap a casa. Però tu no… Read more »
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