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Por fín en ruta!!! y… «Carretera Desolación»

Por fín llegó nuestro equipaje. Tras 6 días de lucha con la compañía Hueling, (no me cansaré de agradecer a Ana, Laura y Paco por llamar tropecientas veces), mi equipaje llegó al Menara-Airport de Marrakech con la consecuente cara de felicidad en mi rostro.
El primer día de ruta siempre cuesta un poco más, y cuando llegó la primera cuesta, recordé amargamente aquellas risas antes de volar, cuándo comentábamos el récord de éste viaje:  puesto todo en la bici.. en torno a los 45 Kilos   (23 kilos bici & accesorios + 14kg alforjas + 7kg de mochila + agua & comida…) .
Ya veremos cuando lleguemos al Atlas…  :-S

Cuando cae el sol llega ese momento casi mágico de buscar un lugar para pernoctar.
Siempre es algo excitante e intenso cuando se trata de un lugar desconocido.
Si además se trata de otro país con un contraste agresivo y en medio de una carretera desoladora, existe un plus de adrenalina. Es difícil de explicar, porqué pese a no ser miedo ni mucho menos, puede ser un pariente cercano, pero se siente algo que lleva a uno a querer repetirlo irremediablemente.

Anécdotas incómodas

Está bien seremos benévolos.. 😆 , el prólogo es un tanto sensacionalista pese a que todo es absolutamente cierto. No quiero alarmar a nadie que pueda leer esto con intención de visitar Marruecos.  Como le contaba a mis cercanos cuando les relataba estas anécdotas, para mi tan sólo unos minutos del resto de cualquier día compensa cualquier anécdota negativa (a veces tan inevitables como necesarias).

Unos 180 kilómetros separan Marrakech de Essaouira. Como me comentaba ‘Jose’ en otro post, y acertádamente… tramos de estricta desolación, puramente desérticos. Carente de vegetación, por la carretera aparecen casas dispersas y poblados con construcciones de un aspecto desalmado y entre tanto,  bajo un sol abrasador de principios de mayo (el termómetro del Sigma llega a marcar 49,5 grados) , emergen por la calzada contínuamente, personas en bicicleta, montadas en burro o en antiguas motocicletas.

 
Cuando viajas en bicicleta 180 Km significan dos días, y dos días,  muchas horas. Al final te encuentras, saludas e incluso hablas (en este caso lo intentas) con mucha mucha gente. Por lo tanto cosas muy puntuales como que en un lugar desértico aparezcan unos niños y te lancen piedras… pese al oportunismo del prólogo se queda en eso, en pura anécdota (aunque en el momento la situación no es nada agradable).

Otra más simpática es la clásica discusión con un marroquí al querer cobrarse una propina. Ésta en particular me ocurrió el mismo día saliendo de la ciudad al salir de un supermercado. Los tipos (eran varios), requerían una propina por ejercer de guardián (cosa de la que ni me percaté ni solicité). Uno de ellos se puso pesado, me agarraba y zarandeaba la bici. Eran 3DH (sí sólo 0,30€) pero me gusta ser consecuente con las propinas, y así que le pedía calma y me excusaba con mi chapurreo clásico.. «laa flush» (no dinero), «je dormir dans une tente», «je ne se pas a touriste»… y a lo poco me dejó marchar.

Así que si vas a visitar Marruecos, estate bien tranquilo.
De momento la inseguridad está lejos de mis sensaciones diarias, pese a alguna anécdota que viene en el guión.

Hostels para anotar, gente para recordar.

How nice is to meet guys like Keny and spend a few hours with him. An alone backpacker, open-minded, irradiating positiveness with a shining smile. The kind of people that any traveller would like to meet. Au revoir mon ami!

 
A Kény lo conocí en Essaouira, en un interesantísimo Hostel desde el que escribo.
Como he dicho un chaval encantador, que está viajando con su mochila por todo Marruecos. 
En breve estará por Barcelona alguna noche, busca alojamiento barato, si alguien desea acogerlo que contacte conmigo. El que lo haga sin duda se llevará una experiencia formidable. (Habla francés (nativo), inglés y algo de español).

El Hostel se llama Atlantic y sin pisar otro en Essaouira ya me atrevería a recomendarlo. Además de ser uno de los más baratos (60DH – un pelín más de 5€ la noche)(vía hostelbookers) , estar en el corazón de la Medina y albergarse en una tradicional casa marroquí, como suele pasar en los lugares memorables, destaca por su gente. Está regentado por el crack de Yoseph (o «Yusu»), que habla español entre muchos idiomas,  y Shalek, los cuales os brindarán una atención digna de mencionar. Por ende, añadir el relax de su espectacular terraza , donde hemos compartido sol, cerveza, vino y risas con Yusu y otros viajeros como Keny.

  
Hoy es mi tercer día aquí, venía para una noche y sume alguna más. Modesto en confort, pero su gente de lujo.

Otra especial mención es el descubrimiento de otro fantástico Hostel en Marrakech  que encontramos los últimos días y me gustaría recomendaros.
Se trada del Hostel Kif Kif (libertad en marroquí) . Habitaciones por 5€, desayuno incluido, y a 3 pasos de Djemaa el Fna,  pero lo mejor ya lo sabéis, Isha y sus compañeros que con sus risas y música a todas horas hacen que fluya algo muy positivo entre sus estancias.
Allí tuve la suerte de coincidir y conocer a dos parejas australianas que habían estado en Barcelona aprendiendo español, así como a Guille y su chica de Canada, un crack de Sevilla 😉 y otra chica de Quebec. También a  Alberto (portugués) , que junto sus compañeras nos narraba sus historias hace años viviendo con los nómadas en el desierto.
Un lugar singular y plagado de buena gente. Un saludo a todos ellos.

Essaouira: ‘El bello retiro de Hendrix’

Esta quizás no es la foto más bella de Essaouira, pero acorde con el título del post, sí que es la que me apetecía poner.
En buena parte puede ser un reflejo de lo que, seguramente por necesidad vital, representa el turista para el marroquí en estas grandes ciudades.

Essaouira, alzada en algún momento de su historia como meca hippie y ciudad de ambiente bohemio, es una de las perlas de la costa Marroquí.  Se conoce popularmente que Jimmy Hendrix imploró este lugar como fuente de inspiración, seguramente amparado en algún viaje psicodélico con material que los buenos nativos ofrecen..
Si he empleado las comillas es porque tras pasar dos días en ella, sinceramente su belleza quizás queda algo en entredicho… Y dicha conexión parece que es más una argucia comercial marroquí que una realidad.  Aunque si por algo es conocida Essaouira es por su Festival de Música Africana que realiza anualmente donde confluye toda la idiosincrasia musical del continente.

Pese a que mi visualmente me ha parecido un lugar con más decadencia de la esperada, es cierto que posee un encanto singular.
Los atardeceres son obligatorios, ciertamente espectaculares, y si que es cierto que se puede respirar un ambiente de calma y tranquilidad que se agradece sobretodo al venir de la agitada Marrakech.
La Medina también puede degustarse sin un empecinamiento tan duro de sus vendedores como otras ciudades. Aunque la mayoría si te ven ojeando su tienda no dudaran en acecharte. 😉

Por cierto, ojo con el clima es bastante agresivo! (La zona es conocida por su mundo surfero dados sus imponentes vientos)

Amigos, pronto pedaleo de nuevo, hacia el sur. Próxima parada Sidi Kaoki (meca del Kite)
Seguiremos informando!  😉
Un abrazo!!!

PD:  Marruecos, como es obvio, sólo hay uno. Con lo bueno y con lo malo, de momento maravilloso! 😉
Seguiremos descubriéndolo.