Aún recuerdo aquella clase de sociales.
Nuestro ‘querido’ José Luis nos explicaba cómo en esa época dónde aún se creía que la Tierra era plana, los intelectuales hablaban de un punto a partir del cual la Tierra conocida sucumbía en un abismo sin fín.

Pues esa es su mayor belleza, porque Finisterre <<Finis Terrae>>, a decir verdad no tiene más,  aún siendo ese punto singular y peculiar en la historia,  como población es más bien insulsa..incluso su famoso Faro no es que sea exageradamente bello y su mejor valor es algo «poco suyo» como los atardeceres,  que por cierto según los lugareños se disfrutan mucho más desde una playa occidental muy cercana.

El ‘Camino’ a Fisterra y Muxia

No voy a decir que no mereció la pena porqué mi camino ha estado lleno de diversión, momentos intensos y conversaciones y gente singular, pero como mi intuición me decía, seguro que hay sitios mucho más bellos, (aún siéndolo), por la costa gallega para visitar, que estos archiconocidos que salen en las guías del camino.

No voy a expresarme concretamente sobre El Camino , porque mi experiencia y conocimiento es ‘reducido’ y por no herir la sensibilidad de nadie, pero es obvio que por lo menos en las inmediaciones de Santiago (que es donde más lo he notado), la esencia del Camino se pierde más aún si cabe. Nada nuevo sería decir que todo ello es un ENORME negocio, el cual respetamos y en el que cada uno puede participar más o menos.

Los propios galegos lo expresan, y tras conversar con unos cuantos ya nos confiesan cosas que nuestra intuición ya imaginaba. Muxía por ejemplo, pese a ser bella, sin «el camino» , no la visitaría nadie. Sin embargo, las zonas de Pontevedra, las rías cercanas a Vigo y otras zonas de costa, albergan una belleza y encanto mucho mayor, y son tristemente olvidadas por los cientos de miles de personas que por aquí transitan.

En fin, que pese a descubrir bonitos parajes, la próxima vez haré lo que suelo hacer, fiarme menos de las guías y más de la intuición y los lugareños.

La Costa da Morte

Mención aparte merece recorrer una parte de la «Costa de la Muerte».

Como escribí en algún sitio, el topónimo viene del hundimiento de numerosos navíos en ese tramo de costa a lo largo de la historia, según dicen, hasta 60 en un mismo siglo, y más de 200 en total, que hicieron que se conociera con ese nombre.

Abruptos tramos de costa, con importantes desniveles que hemos sufrido con la bici, pero de gran belleza, con la fuerza del atlántico golpeando imponentes bloques de roca. Lo mejor de Muxía es la espectacularidad de admirar dicha costa desde el faro. Sin duda una zona digna de conocer.

Al final tres jornadas post-Santiago que pese a su dureza, (zonas de fuertes desniveles) , y pese a ser un tanto largas en km, han merecido mucho la pena , grandes momentos, conversaciones y descubrimientos, y han permitido culminar un viaje excepcional.

Ya habrá tiempo de digerir todo poco a poco, pero a decir verdad, nuestra mente ya está rumbo a África 😎